Blog Lanza y Horquilla: Procesión de Jesús Nazareno de la Buena Muerte, Templo de Santo Domingo 2011

El Tercer Domingo de Cuaresma salió de la Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario, Templo de Santo Domingo la Solemne Procesión de la Venerada Imagen de Jesús Nazareno de la Buena Muerte. Este año la Asociación de Devotos ha presentado la alegoría con el siguiente mensaje: "Yo sé en quien tengo puesta mi fe" tomada del segundo libro de Timoteo 2 Tim 1,12.

El adorno se presentaba en una plataforma de dos gradas repujada en color plata, muy bien lograda en su realización y que presentaba un brillo especial con el sol radiante que bañó la Ciudad de Guatemala este domingo. En la parte frontal destacaba una imagen de Dios Padre acompañado por un ángel que portaba el lema del adorno, seguidamente sobre dicha plataforma destacaba la imagen de Jesús Nazareno de la Buena Muerte revestido con túnica de terciopelo en color vino tinto con bordados en oro. En la parte posterior se encontraba una gloria con el Espíritu Santo similar al Transparente de Bernini que se encuentra sobre la Cátedra de San Pedro en su Basílica de Roma, rodeado de dos querubines. Complementan el adorno elegantes arreglos florales con sendos candelabros.

El cortejo procesional ha sido acompañado como viene siendo habitual en los últimos años por la Banda de Música La Sacra Armonía dirigida por el Maestro Luis Pirir, que con su calidad interpretativa y sonoridad inconfundible, ejecutó un programa cuidado con marchas fúnebres que pocas veces se escuchan en los cortejos cuaresmales. Gran cantidad de feligreses y devotos acompañaron al Nazareno Dominico durante su recorrido por el Centro Histórico de la Ciudad, desde la mañana y a la hora de edición de esta entrada aún se encontraba en su recorrido procesional buscando su entrada a la Basílica.

Detalle en el frente de las andas, una corona de flores en memoria de Monseñor Luis María Estrada Paetau, OP, dominico de gran recuerdo en el Convento de Santo Domingo, fallecido el pasado viernes 25 de marzo en Izabal y mientras Jesús de la Buena Muerte recorría las calles, era velado e inhumado en la Basílica del Rosario.